miércoles, 15 de abril de 2009

De fumigaciones y plaguicidas


ENTREVISTA A DIRECTOR DE SANIDAD VEGETAL DEL MINISTERIO DE LA PRODUCCION. "Aquí chocan los intereses de vecinos y productores, y a veces el productor pretende hacer lo que se le da la gana y no admite diferencias", dijo Carlos Debona, responsable de controlar la aplicación de la ley de fitosanitarios.


Por José Maggi
Diario Página/12


El director de Sanidad Vegetal del Ministerio de la Producción, Carlos Debona, también se diferenció ayer de la propuesta que hiciera el secretario de Medio Ambiente, César Mackler, de reducir las zonas de exclusión para las fumigaciones en campos aledaños a centros urbanos.

"La ley lo dice claramente, son 500 metros desde la línea cero, que la fija el propio municipio, donde se puede fumigar con aviones solo cuando se justifique por el suelo o el cultivo", apuntó el funcionario responsable de controlar la aplicación de la ley de fitosanitarios, "que no alcanza por si sola (para defender a los vecinos) porque sino no hubiesen ocurrido los últimos casos de comunidades que recurrieron a la justicia para frenar las fumigaciones".

Debona aclaró además que está "tranquilo con los tóxicos con los que se fumiga en Santa Fe siempre y cuando se los utilice como marcan las empresas". Y advirtió que para pedir la revisión de la habilitación del glifosato como plaguicida "primero me tienen que convencer de los resultados del último trabajo", realizado por el Conicet sobre embriones marinos.


-¿Qué radiografía hace de los tóxicos que se arrojan en suelo santafesino?

-Aquí se tiran los productos aprobados por el Senasa, ya que la provincia aceptar los registros nacionales, es decir se usan los que están habilitados. Lo diferente es que nuestra ley de plaguicidas restringe los de alta toxicidad a no menos de 500 metros mínimo. Así se pueden arrojar solo aquellos con banda amarilla, verde o azul con equipos terrestres, y los de mayor toxicidad más de 500 metros. Por eso son importantes las recetas de agroquímicos, porque aquí chocan los intereses de vecinos y productores, y a veces el productor pretende hacer lo que se le da la gana y no admite diferencias.

-¿Cuáles son los agroquímicos que más se usan en Santa Fe?

-Los que se usan a diario son los piretroides, como la cipermetrina que son de baja toxicidad en animales de sangre caliente, pero muy tóxicos en peces e insectos. Tiene gran capacidad de volteo pero producen alergias asi que cuánto más cerca estemos las personas susceptibles, tendremos reacciones alérgicas. Después se usa mucho el endolsufán, que viene siendo habilitados porque no mata las abejas, que respeta a los enemigos naturales de insectos y plagas, y que es un producto clorado que aun subsiste en Argentina y en otros países porque hasta ahora no se acumula en las grasas. Ahora bien, cuando nos reunamos con otros funcionarios nacionales podremos pedir la revisión del endosulfán, para ver si es tan bueno o tan peligroso como dicen.

-¿Usted está tranquilo con los tóxicos que se echan en el campo?

-Estoy tranquilo en tanto y en cuanto se usen como las empresas recomiendan aplicarlos. No digo que hay que tomar glifosato (como alguna vez propusiera un funcionario) que tiene más de 30 años y en su momento se hizo hasta un congreso internacional en Uruguay en el que se dijo sin ningún tipo de dudas que se podía usar en programas de producción agrícola sustentables, porque en el ambiente tiene una degradación rápida. Pero lo que tengo dudas es sobre la toxicidad o teratogenesis sobre los organismos no blancos, es decir humanos y animales de sangre caliente que se encuentran en el campo. No tengo informaciones sobre animales de sangre caliente. Pero si me envían ese trabajo realizado (sobre embriones marinos) y se comprueba que tiene esos efectos (como malformaciones), desde Santa Fe es nuestra obligación pedir que este producto se revise.

-¿Está de acuerdo con la soja transgénica y el modelo que se impone en la Argentina?

- Es complicada, estuve varias veces por cuenta propia y por una asociación cooperativa visitando la empresa Monsanto, conociendo su trabajo y siempre algunas dudas quedan. La soja transgénica en si misma no se si representa un riego, lo que representa un riesgo quizá sean los productos que se están usando: los genes no sé si son buenos o males, sino depende de la proteína que generan. Lo que es cierto es que la soja transgénica permitió la expansión de la siembra directa y la frontera agrícola, y muchos nos cuestionamos hoy si está bien o mal. Pero para eso está ese organismo asesor de la Secretaría de Agricultura que es la que establece si estos transgénicos deben ser usados o no. Hoy hay una pelea entre Europa y Estados Unidos con este tema, lo que provoca problemas. Nosotros estamos en el medio y recibimos cachetadas o inconvenientes.



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